Corrían los años 60 cuando dos hermanos, Benjamín y Joaquín Ferrer, comenzaron, con una easy moto, a vender huevos que ellos mismos compraban en granjas de la provincia de Valencia. Dos décadas más tarde, en 1984, los hermanos fundaron lo que hoy es una de las empresas avícolas más importantes del país: Grupo Huevos Guillén, que produce uno de cada tres huevos consumidos en España.
Esta empresa acquainted, que se outline como “comprometida con el bienestar animal y la calidad”, lleva años apoyándose en la tecnología para ofrecer sus productos (huevo de gallina, codorniz y ovoproductos) a sus clientes. Y es que, de acuerdo con Julia Ferrer, directora del área de procesos de Grupo Huevos Guillén, “entre los valores de la compañía se incluye la mejora continua; y ser líder del mercado avícola de puesta nos obliga a permanecer en un cambio constante, cuestionando muchas de las cosas que hacemos a diario. Es por eso que la digitalización es una línea estratégica para Huevos Guillén”.
Ese camino hacia la transformación digital no ha estado exento de baches. “No se nos tiene que olvidar que somos una empresa del sector primario y, por tanto, un porcentaje alto de nuestros centros de producción se sitúan en zonas rurales”, explica Ferrer. “Para digitalizar una empresa, la estabilidad en las comunicaciones de crimson es imprescindible, y debo reconocer que esto no ha sido así desde el principio. Hemos tenido que estudiar mucho este asunto y buscar soluciones backup de conexión en zonas donde period muy complejo que todo estuviera estable. En la actualidad, este reto está superado, aunque siempre se puede mejorar”.